A man wearing a protective facemask carries his kitten on his back-pack during Vietnam's first national cat show in Hanoi on February 16, 2020. amid concerns of the COVID-19 coronavirus outbreak. (Photo by Manan VATSYAYANA / AFP) (Photo by MANAN VATSYAYANA/AFP via Getty Images)

La alerta se hizo popular al enterarnos que varios felinos del Zoológico de Nueva York habían resultado positivo Iniciando con un tigre https://edition.cnn.com/2020/04/05/us/tiger-coronavirus-new-york-trnd/index.html

Y resulta que existen estudios del comportamiento del virus en felinos de Wuhan, ciudad donde se originó el brote, con interesantes resultados:

Clausula #1: Debemos remarcar que el Virus SARS CoV 2 puede desarrollar en algunas personas la enfermedad “COVID-19”, que puede ser mortal y hasta éste momento se sabe es exclusivamente una enfermedad humana.

Es importante investigar y considerar la información sobre este virus SARS CoV 2 en los animales, pero no hay que preocuparse de más, no estamos hablando de neumonía en gatos.

Cláusula #2: De exención de responsabilidad éste texto está basado en un documento técnico disponible públicamente aquí:

https://www.biorxiv.org/content/10.1101/2020.04.01.021196v1

Está sujeto a revisión. Sin embargo, proporciona información nueva y útil que vale la pena mencionar ahora mismo.

En el estudio (Zhang y otros, 2020) se investigó la prevalencia de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en gatos en Wuhan (China), donde inició el brote de SARS CoV 2 que causa en humanos la enfermedad COVID-19. Uno de los objetivos del estudio es saber con qué frecuencia los animales (los gatos, en este caso) pueden infectarse cuando se exponen a personas infectadas. Buscando los anticuerpos en el torrente sanguíneo indican que el sistema inmunológico ha respondido al patógeno, lo que generalmente significa que el animal fue infectado en algún momento. La cuestión de si un animal infectado puede transmitir el virus a otra persona es una cuestión relacionada, pero separada. Este estudio no se examinó las implicaciones de la infección de los gatos (por ejemplo, los signos clínicos o la transmisión), sino la frecuencia con la que se produjo.

Se recogieron muestras de sangre de 102 gatos en refugios para animales y clínicas veterinarias en Wuhan de enero a marzo de 2020 (es decir, durante el brote de COVID-19). También se estudió un conjunto de 39 muestras de gatos que se recogieron de marzo a mayo de 2019 (antes del brote).


1.-Se encontraron anticuerpos contra el SARS-CoV-2 mediante una prueba ELISA en 15 (14,7%) de las muestras. Once de ellas también dieron positivo en un segundo tipo de prueba de anticuerpos (prueba de neutralización del virus).
Tres de los gatos positivos pertenecían a propietarios que se sabe que tenían COVID-19, y tenían los niveles más altos de anticuerpos. Seis eran gatos callejeros, y seis fueron muestreados en clínicas veterinarias pero no tenían ningún contacto conocido con un propietario infectado.
Ninguno de los gatos tuvo resultados positivos en la PCR, lo que significa que no había pruebas de que el virus estuviera todavía presente.

2.-El conocimiento limitado del contacto de los gatos con personas infectadas limita la interpretación de los resultados, pero es una tasa de seropositividad bastante alta, especialmente entre un grupo de gatos que no consistía principalmente en animales que se sabía que habían estado expuestos a personas infectadas.
Las 39 muestras de sangre tomadas de los gatos antes del brote fueron negativas. Esto es importante para demostrar que no hay ninguna reacción cruzada o inespecífica con otros anticuerpos que puedan estar presentes en los gatos que pudiera conducir a un resultado positivo falso.

3.- En general, no es muy sorprendente ver gatos seropositivos de hogares infectados. Si una persona infectada está presente y los gatos son susceptibles a la infección (lo cual ya hemos visto), tiene mucho sentido que se encuentren animales seropositivos.

Fue más sorprendente ver el elevado número de positivos de hogares sin pacientes confirmados de COVID-19. Ciertamente, es posible que hubiera personas no diagnosticadas en los hogares de algunos de ellos.

Los vagabundos son otro grupo interesante. ¿Eran gatos de compañía que fueron capturados como callejeros? ¿Mascotas abandonadas? En esas situaciones, pueden haber estado expuestos a un dueño infectado. Si eran realmente gatos salvajes, ¿dónde se infectaron? ¿Contacto con la gente que los alimentaba? ¿Contacto indirecto con personas infectadas? ¿Otros animales? Es difícil de decir. Necesitamos hacer más trabajo en lugar de seguir especulando.

4.- No se ha demostrado el contagio de Gato a Ser humano, ni que algún gato desarrolle la enfermedad COVID-19.

De el documento se rescatan las siguientes recomendaciones:

a) Si estás enfermo, mantente alejado de los animales.
b) Mantén a tus animales alejados de otras personas o animales. El distanciamiento social se aplica a todo el hogar, no sólo a los miembros humanos.
c) Su propia mascota prácticamente no representa ningún riesgo para usted. Si mi gato está infectado, se contagió de mí (en cuyo caso ya estoy infectado) o de mi familia (que representa un riesgo de transmisión mucho mayor para mí que el gato). Si mantenemos mascotas con nosotros pero socialmente distanciadas de los demás, no necesitamos preocuparnos por ellas como fuentes de infección fuera de la casa.

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